El mercado de los eléctricos ha contado, en los últimos años, con modelos muy prestacionales, de gran rango y, de un tiempo a esta parte, con autonomías de gran calibre, algo que todo se aúna con este BMW i3. Hablamos del que es el modelo 100% eléctrico de la casa germana, el cual se convirtió en protagonista de la rama eléctrica en 2019 y, aunque hoy sigue actualizándose, esta primera versión se conforma como la mejor y más accesible. Conocemos su ficha técnica.
El mundo de los coches eléctricos ya no son solo coches de gran envergadura, de baterías de vidas infinitas o de motores ultrapotentes. Y es curioso, porque ahí, precisamente, BMW juega muy bien sus cartas con modelos de estas características (el i4 M50, sin ir más lejos). Es por ello que, haciéndose un poco más cercanos al público general, la marca lanzó hace dos años el i3, un BMW de reducidas dimensiones, pero de amplias miras.
Y ya no solo porque presente unas líneas muy atractivas en cuanto a diseño, que también, sino porque lo hace todo desde un lado importante a nivel mecánico, de estructura, medidas y, sobre todo, con una tecnología novedosa que lo mantiene como uno de los coches a la última.
En esas, lo que representa este vehículo 100% eléctrico es toda una garantía de comodidad. De hecho, y como veremos más adelante, este incluye unos sistemas interiores que ya se han visto en los coches más altos de gama de la firma alemana. Por tanto, podemos decir que reúne todas las condiciones para ser uno muy tenido en cuenta si lo que se busca es un electrificado de estas características.
El mismo, ahí donde lo vemos, se presentó en 2019 como la apuesta totalmente electrificada para el futuro de la marca de Múnich, algo que se ha visto después con otros modelos más grandes, voluminosos y con potencias mayores y de otro nivel. Sin embargo, lo que tenemos con él es un vehículo que entrega 135 kW (184 CV), si bien su hermano gemelo, la versión alternativa, lo hace con 125 kW (170 CV). Tiene una autonomía que alcanza los 310 km, mientras que la otra llega hasta los 285 km de recorrido. Sus rivales más cercanos son el Honda-e y el Citroën AMI.
- Tipo: 100% eléctrico
- Año de fabricación: 2019
- Precio: 40.000 euros
- Capacidad: 4 plazas
- Potencia: 135 kWh
- Autonomía: 310 km
- Aceleración: 6,9 segundos/100km/h
Diseño
BMW no es nueva en esto de la electrificación. Son ya unos cuantos años los que lleva circulando por nuestras calles el BMW i3, uno de los modelos más impactantes visualmente y, contra todo pronóstico, uno de los mejor vendidos de su clase. Y gran parte de esa atención se da por una línea muy bien destinada.
Lo vemos con una imagen futurista. Es más; los modelos de BMW que están por llegar, como el caso del próximo concept car del i Vision, ya reúnen características de diseño y enfoque que este i3 mostró hace dos años. Desde el lanzamiento de la variante i3s en 2017, el modelo alemán ofrece la posibilidad de escoger una versión más deportiva que en este se refleja con un diseño más agresivo.
Como tal, es algo muy diferente a lo que la marca de la hélice nos ha acostumbrado. Mide 4 metros de largo, tiene cinco puertas (las traseras están ocultas), no tiene pilar B, diseño de monovolumen… pero tiene propulsión trasera, tacto de conducción de BMW, suspensión trasera multibrazo, etc. Es perfecto para la ciudad.
Versiones
Como hemos visto, este i3 gana enteros a muchos que pueden estar a su mismo nivel, tanto a nivel físico y estructural, como en lo que en lo que tiene que ver con su mecánica. Y aquí, este se puede encontrar en una versión doble. Uno es el convencional, mientras que el otro agrega una ‘s’ al nombre.
El segundo se identifica como la versión alternativa, puesto que tiene no solo un motor distinto, que también, sino una visión algo más sport y deportiva, lo que hace también porque se mantenga mejor para aquellos que busquen un coche algo todavía más diferente. Eso sí; los cambios no son tan grandes como podrían parecer, solo un lado un poco más deportivo y detalles más amplios a este fin.
Lo que sí se diferencian ambos es en sus motorizaciones. Mientras que el principal tiene un motor eléctrico que entrega 135 kW (184 CV), su homólogo lo hace con 125 kW (170 CV), también recibiendo los dos unas baterías más grandes. Esto es lo que hace que después tengan unas autonomías un poquito más elevadas, sobre todo en el caso del i3 puro (310 km y 285 km, respectivamente).
Motor
Centrándonos en la parte más importante de estos coches, damos con que la marca ha querido ‘vitaminar’ a un modelo del que su primera generación, la del 2017, tenía cifras bastante menores (entre 100 y 110 kW). Es por ello que desde ya podemos decir que este coche ha crecido bien en este campo, donde ahora contamos con un modelo que ofrece una potencia muy notable de 135 kW (el equivalente a 184 CV).
Así, ahora, además de ser 14 CV más potente, también genera 20 Nm más de par motor (da un máximo de 270 Nm). Todo ello hace que el i3s sea más rápido acelerando. Según datos de BMW, pasa de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos y de 80 a 120 km/h en 4,3 s, mientras que el i3s necesita 7,3 y 5,1 s respectivamente.
En lo que respecta a sus baterías, desde su lanzamiento contamos en ambas versiones con unidades idéntica tanto para la i3 como para la i3S. Estas con una capacidad de 42,2 kWh (120 Ah) y que, evidentemente, ofrece más autonomía en el modelo menos potente.
Consumo
Pasando a todo lo que tiene que ver con su consumo, un aspecto primordial para entender sus registros es su motor, recientemente mencionado. Y es que sí; debido a su propulsor eléctrico de 135 kW -184 CV-, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, ofrecerá unos niveles de consumo menores.
Y lo cierto es que este es otro de sus puntos más fuertes. Hablamos de un modelo que se encuentra actualmente como uno de los coches que menos consumen del mercado, tanto, que es habitual verlo entre el top5, por delante de otros que tienen unas prestaciones mayores o, al menos, más significativas que este BMW i3.
Como tal, el consumo medio homologado de energía del BMW i3 es de 13,1 kWh/100 km y el del BMW i3s, 14 kWh/100 km (estos son unos datos calculados según las condiciones del ciclo de homologación WLTP, que posteriormente han sido corregidos para que resulten comparables con los consumos de ciclo NEDC). En el ciclo WLTP, la autonomía es de entre 285 y 310 km.
Interior y acabados
Asimismo, este i3 de BMW es toda una declaración de intenciones. Y el mejor ejemplo es lo que sucede en su interior. Sí, porque si te ha parecido sorprendente su nivel exterior, con su nueva parrilla y su línea más que elegante, por dentro es todo espectacular. La sensación que da es la de estar dentro de un coche del futuro, en el presente.
En él se destaca un diseño minimalista, sin botones innecesarios, caja de cambios automática, volante personalizado y mimetizado con el resto de la parte interna del vehículo. Es un coche que, además de por su gran apariencia, resalta por su comodidad y confort, la cual tiene una habitabilidad muy buena. Así, tanto el conductor como el copiloto como el resto de los pasajeros disfrutarán de una estancia móvil más que satisfactoria.
En esas, es un coche que su interior recuerda a los coches de hace décadas, sobre todo a la hora de conducir. ¿El motivo? Aquí no hay túnel central, por lo que queda un espacio diáfano entre la consola delantera y el espacio entre los asientos delanteros. El cambio se ha colocado a la derecha del volante, el freno de estacionamiento es eléctrico y por botón. Se controla con una ruleta central, entre los asientos delanteros, como en los demás BMW. Es fácil de manipular tanto para el conductor como para el pasajero.
Desde el lado del maletero, y teniendo en cuenta que es un coche de reducidas dimensiones, tiene una capacidad de 260 litros, ampliables hasta los 1.100 con los asientos plegados.
Equipamiento
En cuanto al equipamiento, y en clara relación con el resto de los modelos eléctricos, denominados como ‘i’ de la casa alemana, tiene con este i3 uno de los más completos de la gama, y eso que desde entonces la tecnología se ha ido desarrollando continuamente. No obstante, este tiene enfoques muy bien vistos, modernos y de última generación.
Con todo, tendremos hasta cuatro niveles. De serie tiene el acabado Atelier, y tiene los opcionales Loft, Lodge y Suite. Cambian las combinaciones de tonalidad e inserciones. Su origen es reciclado o renovable, no esperemos inserciones de aluminio, nogal o símil fibra de carbono. Es d-i-ferente.
Por ejemplo, en el Loft, que incluye los asientos tela Sensatec ‘Electronic’ Carumgrau, alfombrillas de velours y el volante multifunción estilo Tron, es bastante adecuado. De todas formas, este puede llegar a aumentar unos 1,500 euros más el precio final del vehículo. En el caso del Suite, el de mayor rango, cuesta el doble, pero viene con asientos de cuero natural Stellaric Dalbergiabraun/Schwar.
Extras
Y del lado de los extras pasa más de lo mismo que en el resto de la gama. No hay tantos niveles como podrían tener, pero lo hacen de una manera muy favorable para todos los conceptos. En su caso, encontramos extras Premium, por la que BMW ha sabido adaptarse a todas las preferencias.
Eso ha hecho porque, además de poder elegir los mandos táctiles del resto de los equipos (pantalla, sistema multimedia…), lo podamos controlar de manera física. Esto será tanto en el salpicadero como para la consola central y para el volante.
También resultan interesantes la función eDrive Zones y la tecnología ‘geofencing’, gracias a las cuales el coche elige si funcionar en modo eléctrico en función de por dónde circule. También pueden escogerse dos tipos de calefacción diferentes. Uno es el convencional, pero que se come unos 40 kilómetros de autonomía… y uno de bomba de calor más eficiente.
Mantenimiento
Mientras que el propulsor de combustión suele tener cerca de 30.000 piezas, un propulsor eléctrico reduce estos componentes en un 60% aproximadamente. No obstante, y de forma general, efectivamente un motor eléctrico tiene una configuración más sencilla. Normalmente la mayoría de fabricantes utilizan propulsores de inducción o de imanes permanentes.
Los mismos reducen sus elementos a un eje, un rotor, el sistema de bobinado, así como escobillas, cojinetes y el estator, además de ir gestionado por una unidad de control. De todos ellos, sólo el rotor es móvil y por tanto susceptible de desgaste. Esta es de las grandes diferencias que separan a eléctricos y térmicos es la transmisión.
La de los primeros es menos compleja, pues la mayoría son de una sola marcha, a excepción por ejemplo del Porsche Taycan que tiene una de dos marchas. Esto se traduce en que la caja de cambios de un eléctrico no cuenta con muchas de las piezas mecánicas de las que sí dispone la que acompaña un motor de combustión. Por esto, la firma recomienda mandarlo a revisión cada 10.000 kilómetros para comprobar los diferentes niveles de neumáticos, filtros del habitáculo, escobillas, líquido de frenos…
Garantías
Cuando compramos un vehículo, una de las cosas que más nos pueden atraer a la hora de decidir entre uno nuevo o de segunda mano es la garantía que ofrece el fabricante, que puede variar desde el mínimo de dos años que la ley impone a incluso siete y ocho años.
Y ahí, BMW y su i3 también marcan la diferencia. Con este tenemos una garantía completa que se despliega al resto de los modelos, entre ellos el que nos atañe al igual que el resto de la gama eléctrica. Los de Múnich lo hacen con tres años o 200.000 kilómetros, lo que antes suceda. Adicionalmente, ofrece los 12 años habituales de garantía anticorrosión.
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