El actual vehículo con baterías, el eléctrico ofrece autonomías holgadas a una velocidad constante. Esto permite cubrir los desplazamientos diarios sin agobios, incluso aunque se conduzcan de forma poco eficiente y se recorra un centenar de kilómetros por jornada, una distancia infrecuente para la mayoría de conductores. Dan de sobra para ir y volver al trabajo, dejar y recoger a los niños en el colegio e, incluso, hacer un par de recados. Pero, ¿cuál es su velocidad media? ¿A cuánto llegan?
Desde que aparecieran los electrificados más recientes, los denominados de primera y segunda generación (desde 2010), los conductores han tenido que reaprender como conducir, ya que, si bien las normas viales son las mismas, las sinergias en carretera no. Y este es un punto clave en todo lo que tiene que ver con este tipo de vehículos. Un aspecto que ha ido ganando enteros, sobre todo en lo que tiene que ver con la velocidad de un coche eléctrico actual.
La eficiencia energética, clave
Puestos a mirar esta característica tan importante en estos automóviles, lo tenemos que hacer de la mano de una comparativa con los de combustión. Empezando por el principio, la diferencia principal es la tecnología del motor que impulsa el vehículo. Mientras que los coches tradicionales funcionan gracias a un motor de combustión interna, alimentado por gasolina o gasóleo, los coches eléctricos utilizan la energía de las baterías eléctricas para mover un motor eléctrico.
Como tal, encontramos en que estos coches de nueva generación, su eficiencia energética es del 90%, notablemente mejor que el 25% de eficiencia de un motor de combustión interna. La pieza clave en un coche eléctrico son las baterías instaladas en el vehículo, un sistema de almacenamiento energético que se ha convertido en poco tiempo en elemento imprescindible en el sector de la automoción.
La autonomía y prestaciones de un coche eléctrico están estrechamente vinculadas con las baterías que lleve instaladas. Algo que también hace porque, dependiendo de su menor o mayor motorización en forma de potencia, su velocidad variará ampliamente, incluso desde un mismo coche eléctrico e igual modelo.
Claves de funcionamiento
Y es que, aunque los vehículos eléctricos van introduciéndose lentamente en nuestra sociedad y cada vez es más común verlos por las carreteras, lo cierto es que todavía existe un gran desconocimiento acerca de todo lo que conlleva esta tecnología. Entre los aspectos más llamativos se encuentra su velocidad.
A estas alturas, es bastante normal encontrar con que todavía esta información al respecto se dé con cuentagotas, teniendo en cuenta que esto depende de ciertos factores más de los que podemos hallar en los de combustión interna. Un ejemplo claro son sus baterías, el elemento clave fundamental de estos automóviles, que son las que hacen que puedan tener una autonomía mayor, una buena capacidad de carga, velocidad de recarga…
Para conocer cómo se rigen estas cifras, hay que prestar especial atención a sus consumos. Esta vez, el coche eléctrico lo hace midiendo con los kilovatios-hora por cada 100 km. Esta es la que nos ofrecerá, también, una estimación del coste por km recorrido, ya que cuanto mayor sea el consumo, en la mayoría de los casos, la velocidad será bastante mayor.
Es por esto que tenemos que considerarlo un aspecto clave para conocer a qué velocidad llega un coche eléctrico. A esto se le suman las mencionadas baterías y el tipo de transmisión. Porque sí; el sistema de marchas de un motor de combustión es un entramado de ingeniería que se basa en el aumento escalonado de revoluciones. Sin embargo, el sistema en un motor eléctrico es mucho más sencillo ya que el control energético es más simple. Por lo tanto, aquí solo habrá una única marcha.
- Baterías. Dependiendo de cuánto de grande sea la batería del vehículo, el mismo podrá circular a una velocidad mayor, también teniendo en cuenta la capacidad de energía que entrega el motor. Lo común es que estos equipen sistemas de 35 kWh en coches pequeños, y los 95-100 kWh de los modelos más grandes.
- Consumo. Los motores eléctricos son mucho más eficientes energéticamente que los motores a combustión, lo que también interfiere en su velocidad. Por ejemplo, recorrer 100 km con un coche eléctrico cuesta aproximadamente unos 13 kWh. mientras que un coche que homologue un consumo de 5 l/100km, necesitaríamos el equivalente a 45 kWh de gasolina para recorrer la misma distancia. Actualmente, su consumo medio es de 14 kWh/100km.
- Transmisión. Un vehículo de estas características no tiene el sistema común de marchas que tienen los convencionales. Esto es porque están compuestos por principios electromagnéticos. De ahí que la inhibición o la potenciación de estos es fácilmente controlable, algo que permite alcanzar la velocidad máxima sin necesidad de depender de marchas para controlar las revoluciones.
Es más, si se compara la velocidad de las revoluciones de un motor de combustión con un motor eléctrico se puede comprobar que estas giran más rápido pudiendo alcanzar con normalidad los 12.000 rpm, frente a las 6000 rpm de un turismo común.
Qué velocidad alcanzan
Estos automóviles han crecido considerablemente con el paso del tiempo. Hasta hace 10 o 12 años, era común encontrarnos con medidas reducidas, motores de pequeña entrega, baterías de mucha menor capacidad, velocidades de carga muy elevadas, precios al alcance de unos pocos…
Pero eso, por suerte, ha ido cambiando. La tecnología ha hecho de las suyas, y es cada vez más propio dar con ellos con incorporaciones novedosas y con fundamentos técnicos mejores y mayores. Y en lo que respecta a las velocidades, también. Por ejemplo, si atendemos a cómo eran la década pasada, teníamos modelos como el C-Zero. Un coche de dimensiones pequeñas y motores que no entregaban más de 45 kW (unos 60 CV).
No obstante, el paso de los años ha hecho porque estas potencias puedan igualar e incluso superar a los convencionales en igualdad de condiciones. Por eso, es un falso mito el que dice que los vehículos eléctricos no alcanzan ni los 100 km/h, ya que estos pueden alcanzar las velocidades de muchos de los vehículos de combustión.
Así, para aumentar las prestaciones del motor eléctrico, reducir el consumo de energía y tener una velocidad significa, son muchos los tipos de coche eléctrico que tienen la velocidad limitada electrónicamente entre los 130 y 150 kilómetros por hora. Este hecho mejora considerablemente la aceleración del vehículo al tener una relación de transmisión mayor. De hecho, los hay que pueden superar los 400 km/h, como el Rimac Nevera, o los 300 km/h del Tesla Model S.
Aún así, la velocidad máxima que alcanzan los vehículos eléctricos son más que suficientes para los límites de velocidad que se pueden alcanzar en las carreteras españolas y europeas.
Modelos más rápidos
Dejando a un lado esa falsa creencia de que los eléctricos son coches lentos, en el mercado existen diferentes modelos que se prestan como los más rápidos del mundo. De hecho, y como mencionamos con el caso del Rimac Nevera, son capaces de superar holgadamente a vehículos convencionales, con 400 km/h, frente a los anteriores que tienen ciertas limitaciones.
Asimismo, para que un coche pueda ser catalogado como rápido, no sólo hay que medir su capacidad de acelerar, sino también la velocidad punta que puede llegar a alcanzar. Por este motivo y según los datos técnicos oficiales facilitados por los propios fabricantes de automóviles, hay una variedad interesante de este tipo de coche eléctrico que se da con una velocidad muy alta.
Rimac Nevera
Presentado como prototipo hace tres años, el Rimac Nevera es el eléctrico más veloz del mundo, con 400 km/h. Y el segundo modelo de la marca croata nace como un hiperdeportivo eléctrico de casi 2.000 CV de potencia del que solo se fabrican 150 unidades, cada una con un precio de dos millones de euros.
Todo se conforma con su especial sistema de propulsión, con cuatro motores eléctricos (uno por cada rueda) que desarrollan una potencia conjunta de 1.408 kW, el equivalente a 1.914 CV, así como un par máximo de 2.360 Nm. Con una eficiencia energética del 97%, y para asegurar que toda la fuerza se traslada al asfalto de manera correcta, el superdeportivo dispone del sistema de tracción R-AWTV 2, que hace 100 cálculos por segundo para entregar el par adecuado en cada momento a cada rueda.
Genovation GXE
Lo más parecido que tenemos a un Corvette electrificado es este Genovation GXE, pero definitivamente no suena como un Corvette. En lugar de un V8 de 7.0 litros nos encontramos con un GXE que es de lo más prestacional del momento. Este deportivo es uno de los coches eléctricos más extremos.
Esto es gracias a su potencia de 811 CV y 948 Nm. Al mismo tiempo, y midiendo la velocidad de este coche eléctrico, otorga unas cifras máximas de 336 km/h y un 0 a 100 km/h en torno a los 3 segundos. La marca no ha desvelado qué conjunto de batería y motor equipa el coche.
Porsche Taycan S Turbo
Una de las marcas llamativas que más se están involucrando en este segmento es la de Porsche. Lo hizo primero en 2019, con su Taycan, un vehículo de grandes prestaciones y rendimiento notorio para embarcarse de lleno en la variante. No obstante, todo se hizo mejor con el lanzamiento de su Taycan Turbo S.
Este es, actualmente, el coche de calle (deportivo, pero de calle) que tiene unas condiciones bastante accesibles, más allá de su precio todavía elevado. Con todo, este puede acelerar de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 260 km/h, gracias a sus dos motores eléctricos ubicados en los ejes delantero y trasero.
Tesla Model S
El Tesla Model S es probablemente el vehículo eléctrico más popular del mundo. Desde su lanzamiento oficial en 2012, el sedán eléctrico ha recibido actualizaciones periódicas que lo mantienen por delante de sus competidores.
Si bien Tesla afirma que su Model S posterior a 2016 tarda 2,4 segundos en pasar de 0 a 100 km/h, muchos estudios independientes han demostrado que el vehículo eléctrico es considerablemente más rápido que todo esto. El mismo funciona con una configuración de motor de inducción de corriente alterna trifásico, en los ejes delantero y trasero, lo que lo convierte en un automóvil con tracción total. La entrega total de potencia es de 820 kW (1.115 CV) con velocidades de 320 km/h.
Polestar 2
A continuación, y siendo un claro rival del anterior Tesla Model S, así como también del Model 3, un coche eléctrico que supera on creces la velocidad media de un convencional es este Polestar, el número 2. Estamos ante un compacto eléctrico de 300 kw (408CV) y 500 kilómetros de autonomía.
Destaca por su tracción a las cuatro ruedas y sus dos motores eléctricos para un total de 300 kW y un par de 660 Nm. ¿Su aceleración? 4,7 segundos para los 100 km/h. Logra velocidades de 250 km/h.
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