Está claro que no todos los aparatos que conectamos a la luz consumen lo mismo. No es igual un horno que un ordenador, por ejemplo. Sin embargo, dentro de un mismo tipo puede haber grandes diferencias. Por ello en este artículo vamos a hablar de cuánto te podrías ahorrar en la factura de la luz si decides cambiar tus electrodomésticos más antiguos. Especialmente aquellos que tienen un mayor consumo pueden suponer una parte muy importante de la factura.
Cuánto te ahorras al cambiar los electrodomésticos viejos
La cantidad exacta va a depender de varios factores, ya que no es lo mismo un aparato que otro. Es decir, no es igual pasar de un frigorífico de hace 30 años a uno súper moderno, que hacerlo desde un modelo algo más antiguo pero sin llegar a tener más de 5-7 años. Mientras más antiguos sean, mayor será la diferencia.
Un ejemplo claro es el de un frigorífico. Si tenemos un modelo muy antiguo, de incluso más de 30 años, perfectamente puede consumir 60-80 kWh al mes. En cambio, uno más moderno y de clase energética A puede consumir sobre 15-20 kWh. La diferencia es importante, como ves. Puedes estar gastando más de 4 veces lo que consumirías con uno más moderno. Ahora bien, ¿cómo se traduce eso en la factura? Eso dependerá de la tarifa que tengas, pero podemos poner que el precio es de 0,15€ por kWh, por lo que ahorrarías al mes entre 6,75 y 9€.
Si pensamos en otro aparato muy utilizado como es la televisión, también puedes tener un ahorro importante. Dependerá lógicamente del tamaño de la pantalla y de lo antigua o moderna que sea, pero podemos hacernos una idea. Poniendo un ejemplo concreto, una televisión antigua de hace ya unos años puede consumir sobre 300 W, mientras que una con etiqueta energética A actual no pasa de los 100. Incluso sin tener el modelo más eficiente podríamos ahorrar unos 200 W. Claro, eso dependerá del uso que hagamos.
Podemos calcular que vemos unas 5 horas la televisión al día y la diferencia son esos 200 W, por lo que estaríamos ahorrando 1 kWh cada día. Al mes podríamos ahorrar 30 kWh, o lo que es lo mismo unos 4,50€.
Pero esto mismo lo podemos aplicar también a un aire acondicionado. Los más modernos pueden consumir hasta un 50% menos que uno antiguo. Según la OCU, de media un aire acondicionado moderno suele consumir 1 kWh. En cambio, uno más antiguo podría pasar perfectamente de 1,5 e incluso llegar a 2 kWh. Si nos vamos a un extremo, podemos decir que el ahorro es de 1 kWh. Si lo usamos 4 horas al día, por ejemplo, nos estaríamos ahorrando 4 kWh. Al mes estamos hablando de unos 18€ de diferencia.
Otros aparatos como secadoras, lavavajillas, hornos o incluso ordenadores podemos encontrar también grandes diferencias entre los más antiguos y los más modernos. Por tanto, como ves puedes ahorrarte un dinero cada mes. Si tienes electrodomésticos muy antiguos, la diferencia puede ser más que importante. En función del uso que le des, podría ser muy rentable para ti decidir cambiarlos a corto plazo. Solo con esos tres ejemplos en los que nos hemos centrado podrías llegar a ahorrar más de 30€ al mes perfectamente.
El artículo Esto es lo que puedes ahorrar en la factura si cambias tus viejos electrodomésticos se publicó en RedesZone.
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