Desde hace algunos años, los códigos QR forman parte de nuestro día a día. Los utilizamos para conocer la carta de un restaurante, desbloquear una bicicleta pública o conectarnos a una red WiFi, entre muchas otras opciones. Ahora, podrías ser víctima de una estafa si no tienes cuidado al escanearlos.
Los códigos QR forman parte de nuestro día a día y, de manera progresiva, se han convertido en la vía de acceso para realizar multitud de tareas. Desde consultar la carta de un restaurante hasta agregar un contacto a nuestra agenda. Pasando por multitud de acciones cotidianas que pueden simplificar nuestro día a día de manera considerable. Sin embargo, a medida que su uso se ha democratizado, también se han convertido en el objetivo de los ciberdelincuentes. Que los utilizan como vehículo para robar los datos de sus víctimas.
La Comisión Federal de Comercio, conocida en Estados Unidos bajo las siglas FTC, ha sido uno de los principales organismo en visibilizar esta problemática. Aludiendo al hecho de que los ciberdelincuentes pudieran colocar códigos QR en sitios poco visibles o por medio de SMS y esperar a que cualquier usuario acceda a ellos y puedan robar información confidencial del mismo. Como puede ser datos personales o, en el peor de los casos, incluso información bancaria.
Mantén tus datos personales a salvo
La FTC recomienda que nos aseguremos siempre de tener nuestra contraseña a salvo de miradas indiscretas. Y, además, también de garantizar que tenemos autenticación en dos pasos para evitar que alguien pueda aprovechar una brecha de seguridad intentando acceder a nuestra cuenta de usuario. Actualmente, la mayoría de las aplicaciones y dispositivos ofrecen esta opción, por lo que no vamos a tener problemas para llevar a cabo la configuración de manera correcta.
Además, específicamente en el caso de los códigos QR también expone que, en ocasiones, es complejo determinar si la dirección hacia la que enfoca el código es de confianza o no, puesto que muchas veces muestra direcciones webs abreviadas y confusas que pueden dar lugar a error. Por tanto, si sabemos cuál es la dirección que queremos visitar, lo mejor que podemos hacer es acceder a ella directamente, sin pasos intermedios. De este modo, evitaremos cualquier posible amenaza que se pueda derivar por medio del uso de un código QR.
Precaución con los códigos QR
La Policía Nacional ya ha alertado a través de Twitter de lo peligroso que supone escanear un código QR desconocido. Son muchas las estafas que se producen por medio de esta vía y que buscan hacerse con los datos personales o bancarios de las víctimas. El propio Instituto Nacional de Ciberseguridad, conocido como INCIBE, explica que los fraudes más habituales mediante este tipo de códigos son la suplantación de identidad, la inyección de código malicioso o, incluso, el secuestro del propio dispositivo.
Es importante desconfiar de cualquier código cuando, al escanearlo, nos solicite cualquier tipo de información personal. Además, también debemos fijarnos en algunos aspectos que pueden disminuir las posibilidades de fallo, como que exista coherencia entre el nombre de la página y el sitio al que deseamos acceder y las posibles faltas de ortografía que puedan llamar nuestra atención.
Además, también debemos tener controlado que, efectivamente, no existan pegatinas añadidas sobre el código QR original. Esta es una forma bastante habitual de intentar pasar ciertos códigos QR por auténticos, ganándose la confianza de sus víctimas. Sin embargo, no debemos caer en ella y, en caso de duda, alertar de inmediato a la Policía para que se encargue de realizar la inspección pertinente.
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