La NASA tiene a todos sus expertos trabajando codo con codo para que el día 24 de septiembre se convierta en uno de los mejores días que la agencia espacial haya tenido en su historia. No en vano se han estado preparando para ello desde hace tres largos años. Si todo va bien, podría ser un momento histórico.
Dicen, con tono de alegría y celebración, que para los científicos de la NASA la Navidad se adelantará oficialmente al día 24 de septiembre. Porque ese será el momento en el que aterrizará en la Tierra una aeronave que procede del espacio y que lleva en su interior muestras recogidas del asteroide Bennu. A partir de ahí comenzará su estudio y se espera que se lleguen a descubrir muchos aspectos interesantes desconocidos todavía para los astrónomos.
La NASA se prepara al máximo
No podemos compartir los documentos que la NASA ha enviado en las últimas semanas a la prensa, porque son confidenciales, pero te sorprenderías al ver todo lo que está haciendo la organización para asegurarse de que el 24 de septiembre sea un día épico. Incluso han estado trabajando en ensayos (algunas fotos acompañan esta noticia) y en todo tipo de operaciones que harán que el aterrizaje de la nave con las muestras se transforme en uno de los momentos más épicos que los aficionados al espacio hayamos vivido en mucho tiempo.
Todas las piezas tienen que estar en su sitio para que el aterrizaje, el cual se producirá en el desierto de Utah, en Estados Unidos, sea un éxito. En cierto modo, te podemos asegurar que se está tratando de una ocasión tan importante como el aterrizaje de astronautas en un nuevo planeta. Por supuesto, no es para menos, dado que el material del asteroide que llegará a manos de los especialistas podría llegar a aportar interesantes descubrimientos.
¿Qué llegará a la Tierra?
La NASA eligió el asteroide Bennu y todo apunta a que tomaron una muy buena decisión. Este asteroide se encuentra cerca de la Tierra, lo que facilita el trabajo, y está formado por carbono. Y aunque el punto de inflexión en la recolección de muestras se produjo hace tres años, debes saber que este proyecto, el cual utiliza la sonda espacial OSIRIS-REx comenzó su desarrolló hace décadas. Ha sido un trabajo que se ha ido llevando a cabo poco a poco para tener la seguridad de que todo salía bien. Hasta ahora, solo hay una «pequeña» duda.
Y esa duda es lo que la nave con las muestras va a traer. Porque los científicos se pueden hacer a la idea y plantear teorías, pero no tendrán claro qué es lo que han conseguido hasta el momento en el que abran la cápsula de la muestra y vean lo que hay dentro. Eso también está haciendo que haya mucho nerviosismo en el ambiente y que, seguro, algunos científicos estén preocupados por si, al final, no consiguen suficiente material de análisis.
La previsión optimista que hacen los científicos que están al cargo de la misión es que se conseguirán, al menos, 60 gramos de muestras del asteroide Bennu. Pero también hay quienes dicen que podrían haberse conseguido varios cientos de gramos. Con 60 gramos, lo que equivale al tamaño de una chocolatina tipo Snickers, ya se podría realizar un buen trabajo de investigación. No obstante, es obvio que los científicos quieren cuanto más, mejor. Tampoco se debería descartar que las muestras que lleguen sean un poco distintas de lo esperado.
Nicole Lunning, del Centro Espacial Johnson de la NASA, reconoce que «eso nos añade tensión, por supuesto». Lo que no deberían empezar a pensar los amantes de la ciencia ficción es que la cápsula sea el transporte de un extraterrestre o de alguna criatura. Es imposible. El sistema con el que se recogieron las muestras del asteroide fue muy sencillo y evita cualquier teoría loca. Cuando la sonda espacial se acercó al asteroide, se puso en funcionamiento un brazo robótico y se disparó una dosis de nitrógeno puro que provocó una reacción en la superficie del cuerpo. Eso generó una nube con todo el material que había en la superficie del asteroide y, en ese momento, el brazo recolectó las muestras. Luego se depositaron en la cápsula y ahora esta se prepara para aterrizar en la Tierra.
Cuando llegue la nave con los materiales, la NASA pondrá en marcha un protocolo de seguridad con científicos y helicópteros para asegurarse de que los ponen a salvo. Serán unas muestras muy trascendentes con las que se cree que, quizá, se pueda saber más sobre el origen de los asteroides y de otros elementos desconocidos hasta ahora. ¡El 24 de septiembre va ser un día muy importante!
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