Los impuestos que pagas por los dispositivos cuando compras en España

Los iPhone son más caros en España que en Estados Unidos. Eso no se debe a los costes de desplazamiento, sino a que parte del dinero que pagamos por los productos tecnológicos son impuestos. Si quieres enterarte de todas las tasas tech que existen, en este artículo las enumeramos.

Teléfonos inteligentes, ordenadores, tablets, cámaras… Todos estos dispositivos y muchos más están sujetos a una amplia variedad de impuestos en España. Aunque el IVA es uno de ellos, hay una lista más larga de tasas que inflan el precio de un aparato electrónico si se adquiere dentro de nuestras fronteras.

Estos impuestos son el canon digital, la ecotasa o la tasa de importación. Todos los detalles de los aranceles mencionados los explicamos en las próximas líneas. De este modo, sabrás por qué se pagan y desde cuándo marcan la diferencia en el precio de los productos tech comprados en España.

Canon digital

El impuesto que más afecta al precio de los productos tecnológicos es el canon digital, que entró en vigor en 2008. Según el Boletín Oficial del Estado (BOE), esto busca compensar los efectos de la piratería a los autores de cine, de literatura y de música y a los editores de periódicos.

Este arancel afecta a todos los dispositivos con almacenamiento interno. Es decir, en la lista de artículos con canon digital, hay móviles, tablets, ordenadores, memorias USB, discos duro e incluso impresoras, entre otros. Cabe señalar que el impuesto del canon digital estuvo unos años en los que no estuvo vigente. Sin embargo, en 2017 volvieron y el año pasado se establecieron nuevas tasas tecnológicas.

Las tasas de canon digital

El dinero de la contribución que pagamos actualmente por la compra de un dispositivo depende de las características del mismo. Según las tasas establecidas en 2023, esto es lo que pagas de más por el canon digital:

CD grabable y regrabable – 0,08 euros
DVD / Blu-Ray grabable y regrabable – 0,21 euros
Memoria USB o tarjeta de memoria – 0,24 euros
SSD hasta 256 GB – 0,90 euros
HDD hasta 1 TB – 0,90 euros
Grabadora externa y para integrar CD o DVD – 1 euro
Teléfono móvil no inteligente con función MP3 – 1,1 euros
SDD de 256,01 GB hasta 1 TB – 1,5 euros
HDD de 1,01 TB hasta 6 TB – 1,5 euros
Libro electrónico monofunción – 2 euros
Reloj inteligente Android Wear OS o iOS multimedia – 2,5 euros
Scanner de mano – 3 euros
Scanner con pantalla de exposición hasta 29 ppm – 3 euros
SSD de más de 1,01 TB – 3 euros
HDD de más de 6,01 TB – 3 euros
Libro electrónico multimedia – 3,15 euros
Reproductor MP3 o MP4 – 3,15 euros
Teléfono inteligente Android, iOS o HarmonyOS – 3,25
Disco estado sólido periférico SSD hasta 1 TB – 4 euros
Disco duro periférico HDD hasta 6 TB – 4 euros
Impresora mono-función hasta 39 copias – 4 euros
Equipo con disco integrado de 1,01 TB hasta 6 TB – 4 euros
Equipo con disco integrado más de 6,01 TB – 5 euros
Equipo multifunción de reprografía – 5,25 euros
PC de sobremesa o portátil – 5,33 euros
Disco estado sólido periférico SSD más de 1,01 TB – 6,45 euros
Disco duro periférico HDD más de 6,01 TB – 6,45 euros

Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)

Posiblemente, el IVA sea el arbitrio más conocido en España. Esta carga fiscal no solo afecta a los aparatos, sino a cualquier compra que se realice dentro de las fronteras. El Impuesto al Valor Agregado lo aplican en muchos países y su uso está generalizado en la Unión Europea (UE), pero cada territorio tiene su propio porcentaje.

En España, los productos electrónicos tienen un IVA del 21% por lo general. Pero hay excepciones. Por ejemplo, en las Islas Canarias se utiliza el IGIC (Impuesto General Indirecto Canario), que es del 7%; y en Ceuta y Melilla están sujetos al IPSI (Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la Importación), que es del 10%.

Ecotasa o canon ECORAEE

Teóricamente, los consumidores españoles ya no pagamos la ecotasa desde 2015. Actualmente, son los fabricantes los que deben pagar los costes que suponen el servicio de reciclaje de los dispositivos. Sin embargo, antes de la derogación del canon ECORAEE éramos los consumidores finales los que teníamos que pagar el coste extra que suponía la gestión de la contaminación de los residuos electrónicos.

Según el Real Decreto 208/2005 de 25 de febrero, en el que se basaba la ecotasa, se aplicaba en una gran variedad de productos. Estos eran los siguientes: