¿Vas a comprarte un portátil? Entonces has entrado en el artículo indicado para poder guiarte de la forma más productiva posible para sacarle provecho a cada euro que gastes en tu compra. No siempre hay que elegir un dispositivo a la ligera, sino que hay que exprimir al máximo cada una de las características que dispone para que salga verdaderamente rentable. No obstante, va a variar según el uso que le vayas a dar, pero vamos a exponerte los requerimientos básicos.
Ahora que se acercan las vacaciones de verano, es muy probable que quieras renovar tu portátil viejo, ya sea para teletrabajar, para estudiar o simplemente por puro entretenimiento. Estos aparatos electrónicos suponen una comodidad extrema a la hora de poder transportarlos a cualquier lugar y continuar con las tareas que tenías pendientes.
Y es que los portátiles hoy en día son más productivos de lo que crees. No obstante, a la hora de adquirir este producto, se deben tener en cuenta una serie de aspectos que pueden ser determinantes en tu decisión de compra, pues no todos llevan incluidos las mismas especificaciones y puede que algunas prevalezcan sobre las otras. Aún así, vamos a desvelar las más generalistas para que se acomoden a todo tipo de público que busca un dispositivo, prácticamente, para todo.
Pantalla táctil o tradicional
En primer lugar, la pantalla suele ser uno de los pilares fundamentales para decantarse por un modelo u otro. En este sentido, puedes encontrar portátiles de diferentes tamaños, unos más grandes que otros y, algunos, incluso, con función táctil. Si quieres valorar tu maestría haciendo uso exclusivo de toques en la pantalla, lo ideal es que escojas esta última opción. Aquí vas a encontrar alternativas muy suculentas, pero los que más suelen triunfar son los HP o Lenovo.
De lo contrario, siempre vas a tener sobre la mesa la posibilidad de hacerte con el portátil de toda la vida, con su teclado numérico y con una pantalla de hasta 16 pulgadas. Además, la mayoría de las veces siempre te lo vas a poder llevar por un precio más económico que los táctiles y con mejores prestaciones.
Procesador potente
Sin duda alguna, uno de los grandes quebraderos de cabeza de todo usuario es que las aplicaciones se queden continuamente atascadas, de tal manera que donde más habrá que invertir es en el rendimiento. Actualmente, los procesadores AMD suelen tener un coste más reducido que los de Intel y, normalmente, dan buenos resultados. Sin embargo, todo va a depender de los gustos de cada uno.
Para tareas ofimáticas, de navegación por Internet y multimedia, un Intel Core i5 de 12ª/13ª generación o un AMD Ryzen 5 de la serie 5000/7000 ofrecen un excelente equilibrio. Por ejemplo, según benchmarks de PassMark (consultados en junio de 2025), un AMD Ryzen 5 7540U puede ofrecer un rendimiento multitarea superior a algunos Intel Core i5-1235U teniendo ambos un precio similar. Sin embargo, si buscas mayor potencia para edición de vídeo ligera o gaming casual, piensa mejor en un Intel Core i7 o AMD Ryzen 7 (aunque con incremento de precio).
Eso sí, la memoria RAM debería ser como mínimo de 8 GB para que la experiencia de uso sea lo más satisfactoria posible. Bajar de esa capacidad sería lanzarte a un escenario más arriesgado si eres de los que usan aplicaciones y programas que requieran de una mayor demanda gráfica.
Disco duro sólido
Por otra parte, no hay que olvidar que al acompañamiento del motor que da vida a tu portátil hay que añadirle un disco duro sólido o SSD. De hecho, en el mercado encontrarás una gran parte de productos que ya lo incluyen, por lo que no te debería de suponer mucho problema encontrar tu unidad con dicho sistema de almacenamiento.
La diferencia de rendimiento es bestial. Para que nos hagamos una idea, un SSD NVMe PCIe 3.0 estándar ofrece velocidades de lectura/escritura secuenciales de unos 3.500/3.000 MB/s, mientras que los modelos PCIe 4.0 pueden superar los 7.000/5.000 MB/s. Si lo comparamos con un disco duro tradicional, que se mueve en el rango de 100-150 MB/s, vemos un gran incremento de rendimiento.
| Tipo de SSD | Velocidad Lectura/Escritura (Aprox.) | Ideal para | Precio Medio (512GB) |
|---|---|---|---|
| SATA III | 550/520 MB/s | Uso básico, mejora económica desde HDD | ~40-50€ |
| NVMe PCIe 3.0 | 3.500/3.000 MB/s | Mayoría de usuarios, excelente rendimiento | ~50-70€ |
| NVMe PCIe 4.0 | 7.000/5.000 MB/s | Profesionales, gamers, alto rendimiento | ~70-100€ |
¿Qué notaremos? Pues que un disco SSD consigue arrancar el sistema en segundos, abrir aplicaciones casi al instante y una mayor agilidad general. Para la práctica totalidad de los usuarios, un SSD NVMe de 512GB es un buen punto de partida, aunque siempre podemos optar a un modelo d 1TB si vamos a almacenar archivos grandes o muchos programas.
Batería duradera y carga rápida
Por último, y no por ello menos importante, hay que hacer mención especial a la batería que incluye tu nueva compra. El número de miliamperios es uno de los motivos más subyacentes, pero también hay que tener en cuenta la configuración que está establecida para que el consumo de energía sea el más óptimo. El brillo de la pantalla suele ser uno de los condicionantes que acaba fugazmente con el consumo de la batería, aunque igualmente se aboga por un uso más intensivo de lo habitual cuando, por ejemplo, tienes abiertos programas más exigentes o cuando estás en plena sesión de juego.
En términos generales, un portátil puede durar alrededor de unas cuatro horas encendido ininterrumpidamente, así que lo más recomendable es que, si usas el portátil como ordenador principal, selecciones un modelo que venga con carga rápida para contar con la garantía de que podrá volver a estar operativo en menor tiempo.
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