
Cuando nuestro ordenador comienza a experimentar problemas de rendimiento, no siempre un virus o algún tipo de malware tienen la culpa. En muchas ocasiones, las razones son más sencillas y somos nosotros los culpables.
Los problemas de rendimiento de nuestro PC con Windows 11 no siempre obedecen a algún tipo de malware o cualquier otra circunstancia similar. En muchos casos, detrás del exceso de lentitud y de los problemas de velocidad o funcionamiento a la hora de realizar ciertas tareas obedecen a algún mal hábito que, sin darnos cuenta, hemos interiorizado.
Y es que Windows 11, como cualquier otro sistema operativo, necesita de una serie de tareas de mantenimiento con una cierta regularidad para reunir siempre todas las condiciones que le permitan optimizar su rendimiento. Pero, ¿cuáles son estos hábitos que pueden estar mermando su rendimiento?

El problema de las aplicaciones
Windows 11 tiene un rendimiento muy bueno para la mayoría de los usuarios. Sin embargo, si tienes unas necesidades específicas, es probable que descargues algunas aplicaciones extra que te permitan realizar ciertas tareas. Y este es precisamente uno de los puntos más críticos que debemos tener en cuenta. En torno a las aplicaciones existen una serie de acciones que podemos interiorizar y que nos van a ayudar a tener un mejor rendimiento:
- Desinstala las apps que no estés utilizando: Es habitual que confiemos en la memoria de nuestro ordenador a la hora de almacenar nuestras aplicaciones. Sin embargo, tener muchas aplicaciones en nuestro PC no solo resta memoria, sino que también provoca un consumo de recursos de forma innecesaria. Si llevas un tiempo sin usar ciertas aplicaciones, lo mejor que puedes hacer es desinstalarlas y dejar en tu ordenador únicamente lo imprescindible.
- Desactiva los inicios automáticos: Siguiendo con las aplicaciones, otro de los grandes problemas lo encontramos con los inicios automáticos de nuestras apps. Es importante que restrinjamos al máximo el número de apps que se abren cuando reiniciamos nuestro ordenador. De este modo, limitaremos los recursos que consumen.
- Evita las apps en segundo plano: Las aplicaciones en segundo plano que no son necesarias también son otro mal hábito que debemos evitar. Intenta no minimizar las aplicaciones que no vayas a utilizar y ciérralo. De hecho, incluso te recomendamos que finalices la tarea desde el Administrador de Tareas. De este modo, evitarás un consumo innecesario de recursos.
Actualiza tu sistema operativo
Una vez dicho lo anterior, recuerda que también es importante que tu sistema operativo esté siempre actualizado a la última versión disponible. No solo nos vamos a asegurar de tener las últimas funciones y características. Además, también tendremos todos los parches de seguridad que van a proteger a nuestro sistema y todos los datos que se encuentran en él.
Puedes activar la opción de que el sistema operativo se actualice automáticamente o, por el contrario, deberás tener el hábito de comprobar las actualizaciones pendientes. En ambos casos, es importante tener la regularidad necesaria.
Revisa los archivos temporales
Windows genera archivos temporales con cada aplicación o acción que llevamos a cabo. Y esto hace que no sea todo lo sencillo que debería identificarlos de forma correcta para evitar que consuman recursos.
Es importante que revisemos de forma frecuente los archivos que generemos desde la herramienta de Liberador de Espacio que encontramos en Windows. Con ella, podremos escaner todos los archivos de nuestro ordenador y, a continuación, borrar todo lo que no nos interese.
The post Mi PC iba lento hasta que hice este cambio en Windows 11 (y ahora vuela) appeared first on ADSLZone.
0 Commentaires