
Si te pasa como a mí, que cada hora tu Wi-Fi decide tomarse un descanso sin avisar, sabes lo frustrante que puede llegar a ser. Estás en mitad de una videollamada, enviando un documento importante o viendo una serie, y de repente… adós conexión. Me tiré semanas probando soluciones hasta que por fin di con lo que funcionó. Aquí te lo cuento paso a paso.
Al principio pensé que sería cosa del proveedor de internet, pero tras hablar con el servicio técnico varias veces sin resultado, supe que tocaba ponerme manos a la obra. A base de prueba y error, descubrí varios ajustes que marcaron la diferencia. Algunos eran tan simples que me sorprende no haberlos hecho antes.
El truco más sencillo: reinicios programados
Reiniciar el router manualmente no me resolvía nada a largo plazo. Pero al configurar reinicios automáticos cada noche desde la propia interfaz del router, empecé a notar una mejora brutal. De este modo, el router libera la memoria y las conexiones atascadas sin que tengas que hacer nada.
Yo lo programé para que se reinicie a las 4 de la mañana, cuando nadie en casa está usando internet. Desde entonces, los cortes aleatorios han desaparecido casi por completo.
Ajustes clave en el canal y la frecuencia del Wi-Fi
Otra cosa que descubrí es que muchos routers vienen con el canal Wi-Fi automático, pero eso no siempre es buena idea. En mi caso, estaba usando el mismo canal que todos mis vecinos. Usando una app gratuita para analizar redes cercanas, cambié mi red al canal menos saturado, y la diferencia se notó al instante.
También pasé a usar la banda de 5 GHz para el portátil y el televisor, dejando la de 2,4 GHz para los dispositivos menos exigentes. Si tu router es antiguo y no tiene doble banda, puede que sea hora de plantearte cambiarlo.
Dónde colocas el router importa (mucho)
Lo tenía en una esquina del salón, metido entre libros. Mala idea. Lo moví a una zona más central y alta de la casa, alejado de paredes gruesas y electrodomésticos, y la estabilidad mejoró notablemente.
Si tu casa es grande o tienes varias plantas, igual necesitas un repetidor o un sistema de Wi-Fi en malla. Pero incluso sin gastar dinero, cambiar la ubicación del router puede ser suficiente.
El detalle que marcó la diferencia: la configuración de energía en Windows
Uso un portátil con Windows 11 y no sabía que, por defecto, puede limitar la potencia de la tarjeta Wi-Fi para ahorrar energía. Eso explica por qué la conexión se me caía cuando usaba la batería. Entré en el Administrador de dispositivos, fui a «Adaptadores de red», abrí las propiedades del Wi-Fi y desactivé la opción que permite apagar el dispositivo para ahorrar energía.
También cambié el plan de energía a «Alto rendimiento». Desde ese momento, ni una sola desconexión más.
Si tu Wi-Fi se cae cada poco tiempo, no siempre es culpa de la compañía. A veces es cosa de configuraciones que puedes revisar tú mismo. En mi caso, bastó con ajustar un par de cosas para recuperar la estabilidad. Espero que estos trucos te sirvan tanto como a mí.
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